The Japan Times - Suiza: Bolsa y precios Bajos

EUR -
AED 4.276798
AFN 76.973093
ALL 96.541337
AMD 443.660189
ANG 2.0846
AOA 1067.888653
ARS 1669.958677
AUD 1.752514
AWG 2.096182
AZN 1.984351
BAM 1.955625
BBD 2.34549
BDT 142.477215
BGN 1.956439
BHD 0.439061
BIF 3440.791247
BMD 1.164546
BND 1.508565
BOB 8.047278
BRL 6.334667
BSD 1.164496
BTN 104.702605
BWP 15.471612
BYN 3.348
BYR 22825.091832
BZD 2.34209
CAD 1.610159
CDF 2599.265981
CHF 0.936209
CLF 0.027366
CLP 1073.571668
CNY 8.233458
CNH 8.232219
COP 4424.302993
CRC 568.848955
CUC 1.164546
CUP 30.860456
CVE 110.255106
CZK 24.203336
DJF 207.371392
DKK 7.470448
DOP 74.533312
DZD 151.505205
EGP 55.295038
ERN 17.468183
ETB 180.629892
FJD 2.632397
FKP 0.872083
GBP 0.872678
GEL 3.138497
GGP 0.872083
GHS 13.246811
GIP 0.872083
GMD 85.012236
GNF 10119.091982
GTQ 8.9202
GYD 243.638138
HKD 9.065875
HNL 30.671248
HRK 7.535429
HTG 152.446321
HUF 381.994667
IDR 19435.740377
ILS 3.768132
IMP 0.872083
INR 104.760771
IQD 1525.563106
IRR 49041.926882
ISK 149.038983
JEP 0.872083
JMD 186.393274
JOD 0.825709
JPY 180.924237
KES 150.636483
KGS 101.839952
KHR 4662.581612
KMF 491.43861
KPW 1048.083022
KRW 1716.311573
KWD 0.357481
KYD 0.970513
KZT 588.927154
LAK 25252.733992
LBP 104283.942272
LKR 359.197768
LRD 204.961608
LSL 19.736529
LTL 3.438601
LVL 0.704422
LYD 6.330432
MAD 10.755735
MDL 19.814222
MGA 5194.533878
MKD 61.634469
MMK 2445.475195
MNT 4130.063083
MOP 9.338362
MRU 46.438833
MUR 53.651052
MVR 17.938355
MWK 2019.3188
MXN 21.165153
MYR 4.787492
MZN 74.426542
NAD 19.736529
NGN 1688.68458
NIO 42.856154
NOK 11.767853
NPR 167.523968
NZD 2.015483
OMR 0.447772
PAB 1.164595
PEN 3.914449
PGK 4.941557
PHP 68.66747
PKR 326.476804
PLN 4.229804
PYG 8009.281302
QAR 4.244719
RON 5.092096
RSD 117.389466
RUB 89.441974
RWF 1694.347961
SAR 4.370508
SBD 9.584899
SCR 15.774978
SDG 700.4784
SEK 10.946786
SGD 1.508673
SHP 0.873711
SLE 27.603998
SLL 24419.93473
SOS 664.340387
SRD 44.985272
STD 24103.740676
STN 24.497802
SVC 10.190086
SYP 12877.828498
SZL 19.72123
THB 37.119932
TJS 10.684641
TMT 4.087555
TND 3.416093
TOP 2.803946
TRY 49.523506
TTD 7.894292
TWD 36.437508
TZS 2841.64501
UAH 48.888813
UGX 4119.630333
USD 1.164546
UYU 45.545913
UZS 13931.74986
VES 296.437311
VND 30697.419423
VUV 142.156196
WST 3.249257
XAF 655.898144
XAG 0.019993
XAU 0.000278
XCD 3.147243
XCG 2.098812
XDR 0.815727
XOF 655.898144
XPF 119.331742
YER 277.802752
ZAR 19.711451
ZMK 10482.311144
ZMW 26.923584
ZWL 374.983176

Suiza: Bolsa y precios Bajos




Suiza se ha convertido en la “excepción europea” de la inflación: tras el repunte global de 2021-2022, los precios volvieron a situarse de forma sostenida dentro del objetivo del banco central y, a 19 de junio de 2025, la tasa oficial regresó al 0%. En redes y tertulias se ha extendido un eslogan: “Suiza elimina la inflación comprando acciones”. La realidad es más matizada —y bastante más interesante—: sí, el banco central suizo (SNB) invierte una parte relevante de sus reservas en renta variable global, pero su arma antiinflación fue, sobre todo, la fortaleza del franco y un giro de la política monetaria a tiempo. 

¿Compra de acciones para frenar la inflación?
La SNB gestiona unas reservas en divisas extraordinariamente grandes para un país de su tamaño. Para diversificarlas y mejorar su rentabilidad a largo plazo, mantiene una exposición estratégica a renta variable (acciones) de aproximadamente una cuarta parte del total. Esa asignación —pasiva y ampliamente diversificada por países y sectores— existía antes de la subida de precios y se ha mantenido estable en los últimos años. Su propósito no es “estimular” la economía doméstica ni “apagar” la inflación, sino gestionar riesgos y preservar poder adquisitivo de las reservas. 

Conviene subrayarlo: las compras de acciones de la SNB no son compras de empresas suizas con francos recién creados para empujar los índices locales; son inversiones en activos extranjeros realizadas con divisas previamente obtenidas en el marco de su política cambiaria. Por sí mismas, no trasladan dinero nuevo a la economía doméstica ni contienen mecánicamente la inflación.

La palanca que sí funcionó: el franco suizo
La clave del “milagro suizo” ha sido el tipo de cambio. Cuando la inflación importada empezó a presionar en 2021-2022, la SNB permitió que el franco se apreciara y, desde la segunda mitad de 2022, vendió divisas (reduciendo reservas) para reforzarlo. Un franco más fuerte abarata las importaciones (energía, bienes intermedios) y atenúa el traslado de los shocks internacionales a los precios internos. Esta decisión, combinada después con subidas de tipos desde junio de 2022, frenó el pico inflacionario con mucha menos intensidad que en la zona euro. 

En 2024, con la inflación ya dominada, la SNB apenas intervino en el mercado de divisas; la fortaleza del franco y la moderación de los costes energéticos mantuvieron las presiones a raya sin necesidad de grandes compras o ventas. 

De la subida a los recortes: política monetaria creíble
Tras reaccionar con rapidez en 2022, la SNB inició recortes graduales cuando la inflación volvió de forma persistente al rango objetivo. El 19 de junio de 2025, redujo la tasa al 0%, señal de que la presión de precios estaba no solo contenida sino, por episodios, negativa en primavera de 2025. Esta secuencia —subir pronto, recortar cuando toca— ancla expectativas y evita que salarios y márgenes empresariales entren en una espiral de segunda ronda. 

Entonces, ¿qué papel juegan las acciones?
La cartera de acciones de la SNB —alrededor del 25% de las reservas— no “apaga” la inflación. Cumple otras funciones:
Diversificación y rendimiento: reduce la dependencia de los tipos de interés externos y, a largo plazo, genera rentas por dividendos y plusvalías que estabilizan el balance del banco central. 

Gestión del balance: tras años de intervenciones cambiarias, la SNB transformó gran parte de las divisas acumuladas en una cartera mixta (bonos + acciones) para equilibrar riesgo y retorno. Cuando la inflación repuntó, la respuesta no fue “comprar más acciones”, sino apreciar el franco y subir tipos. 
BIS

Señal de prudencia: mantener estable la asignación a renta variable transmite previsibilidad a los mercados y evita que la política de reservas se confunda con objetivos coyunturales de demanda interna.

Los resultados visibles
Inflación baja y estable: en 2024 se consolidó por debajo del 2% y, en 2025, hubo lecturas puntuales negativas, lo que permitió el retorno al 0% de la tasa oficial. 

Intervenciones mínimas: con el franco fuerte, la autoridad monetaria redujo sus operaciones en el mercado de divisas durante 2024, coherente con una inflación importada en retirada.

Lecciones para otros países
-  Credibilidad y rapidez: actuar pronto contra la inflación evita “anclajes” de segunda ronda. 2) Tipo de cambio como amortiguador: en economías abiertas, dejar que la moneda se aprecie —o incluso apoyarla con ventas de divisas— puede ser más eficaz que intervenciones fiscales costosas. 3) Instituciones y competencia: un tejido empresarial competitivo y disciplina presupuestaria ayudan a que los shocks externos no se perpetúen en la cadena de precios. 4) Gestión profesional de reservas: invertir una parte en acciones no es un “atajo antiinflación”, pero mejora la resiliencia del balance del banco central y, por tanto, la credibilidad de la política monetaria.

Conclusión
Suiza no “elimina la inflación comprando acciones”. Lo que hizo fue usar el tipo de cambio y los tipos de interés con determinación, sobre un balance robusto —diversificado con renta variable— que le permitió maniobrar sin sobresaltos. La confusión nace de mezclar la política de inversión de reservas con la política de estabilidad de precios. Son piezas del mismo tablero, sí, pero cumplen funciones distintas: una sostiene el andamiaje financiero; la otra mantiene a raya los precios.