The Japan Times - La lucha por proteger a los Cárpatos de la explotación forestal

EUR -
AED 4.277861
AFN 77.136147
ALL 96.657949
AMD 444.757798
ANG 2.08512
AOA 1068.154478
ARS 1678.808333
AUD 1.754654
AWG 2.098161
AZN 1.978573
BAM 1.957987
BBD 2.34611
BDT 142.338967
BGN 1.95787
BHD 0.439079
BIF 3444.346704
BMD 1.164836
BND 1.509986
BOB 8.048989
BRL 6.361141
BSD 1.164796
BTN 104.721505
BWP 15.516329
BYN 3.383779
BYR 22830.783798
BZD 2.342716
CAD 1.614131
CDF 2597.583856
CHF 0.93502
CLF 0.027447
CLP 1076.809445
CNY 8.227936
CNH 8.229012
COP 4473.855162
CRC 573.54054
CUC 1.164836
CUP 30.868152
CVE 110.388283
CZK 24.251359
DJF 207.420761
DKK 7.469021
DOP 75.023788
DZD 151.614484
EGP 55.494063
ERN 17.472539
ETB 181.440736
FJD 2.646272
FKP 0.874683
GBP 0.873732
GEL 3.133595
GGP 0.874683
GHS 13.371934
GIP 0.874683
GMD 85.623095
GNF 10132.315939
GTQ 8.916959
GYD 243.702171
HKD 9.064602
HNL 30.680264
HRK 7.535437
HTG 152.529693
HUF 383.333535
IDR 19401.623369
ILS 3.766054
IMP 0.874683
INR 104.64758
IQD 1525.904155
IRR 49039.591876
ISK 148.598106
JEP 0.874683
JMD 186.788609
JOD 0.825897
JPY 182.17102
KES 150.554416
KGS 101.864659
KHR 4667.21242
KMF 493.89021
KPW 1048.348457
KRW 1712.185734
KWD 0.357663
KYD 0.970684
KZT 603.901855
LAK 25261.212141
LBP 104310.195358
LKR 359.701721
LRD 205.589606
LSL 19.799512
LTL 3.439457
LVL 0.704598
LYD 6.33908
MAD 10.766024
MDL 19.831148
MGA 5200.808349
MKD 61.603703
MMK 2446.793693
MNT 4134.417229
MOP 9.336327
MRU 46.452879
MUR 53.873448
MVR 17.930198
MWK 2019.847129
MXN 21.189629
MYR 4.796816
MZN 74.44481
NAD 19.799512
NGN 1694.777782
NIO 42.867876
NOK 11.824879
NPR 167.555128
NZD 2.014054
OMR 0.447884
PAB 1.164801
PEN 3.916174
PGK 4.94252
PHP 68.955374
PKR 329.267131
PLN 4.223987
PYG 7936.864021
QAR 4.246142
RON 5.088581
RSD 117.437603
RUB 91.00593
RWF 1695.393444
SAR 4.371075
SBD 9.587289
SCR 15.685695
SDG 700.645729
SEK 10.860272
SGD 1.509051
SHP 0.873929
SLE 28.068787
SLL 24426.024407
SOS 664.542172
SRD 44.982457
STD 24109.751503
STN 24.527287
SVC 10.192383
SYP 12879.402776
SZL 19.792104
THB 37.088773
TJS 10.774633
TMT 4.088574
TND 3.423824
TOP 2.804645
TRY 49.625766
TTD 7.898822
TWD 36.333543
TZS 2855.727986
UAH 49.312873
UGX 4158.626572
USD 1.164836
UYU 45.650984
UZS 13981.6149
VES 300.069051
VND 30701.580029
VUV 142.017642
WST 3.24734
XAF 656.690403
XAG 0.019252
XAU 0.000277
XCD 3.148027
XCG 2.099336
XDR 0.817204
XOF 656.690403
XPF 119.331742
YER 277.842465
ZAR 19.791901
ZMK 10484.906002
ZMW 27.088253
ZWL 375.076687
La lucha por proteger a los Cárpatos de la explotación forestal
La lucha por proteger a los Cárpatos de la explotación forestal / Foto: JANEK SKARZYNSKI - AFP

La lucha por proteger a los Cárpatos de la explotación forestal

En un bosque de los Cárpatos polacos, la corteza de un viejo abeto está marcada por unas garras. Cubierta de ramas y follaje, la guarida del oso se encuentra a pocos pasos de una zona desforestada.

Tamaño del texto:

"¿Ven esta colina? La arrasaron. A unos 50 metros de la madriguera", detalla un portavoz de Greenpeace, Marek Jozefiak, en el municipio de Zatwarnica (sudeste).

En Polonia, solo quedan 150 plantígrados y hay que preservar su hábitat, asegura Jozefiak. Pero los bosques que recubren los Cárpatos, estos lugares "sagrados", están demasiado poco protegidos, dice.

La cordillera de los Cárpatos se extiende a lo largo de 1.500 kilómetros por ocho países de Europa central. Sus bosques, algunos con más de 150 años de antigüedad o incluso primarios (nunca alterados por la actividad humana), son unos de los últimos refugios de la biodiversidad del continente.

Poblados de hayas y coníferas, cientos de especies de plantas, bisontes, linces, lobos, gatos salvajes y numerosas especies de pájaros, estos bosques desempeñan un papel clave en la lucha contra el cambio climático al atrapar CO2.

En un informe de noviembre de 2022, Greenpeace señaló que "en promedio, más de cinco terrenos de fútbol de bosque desaparecen cada hora" en los Cárpatos.

Esta pérdida genera relativa indiferencia en Polonia, pero en Rumanía ya provoca revuelo constataron periodistas de AFP.

- Lucrativa explotación -

Rumania acoge más de la mitad de la superficie de los montes Cárpatos, que también recorren Eslovaquia, Polonia, Ucrania y, en menor medida, Hungría, Serbia, República Checa y Austria.

En teoría "es una de las regiones más protegidas de la Unión Europea", indica Greenpeace en su informe. Pero en la práctica, en Polonia, solo está "estrictamente" protegida una fracción del 1 al 3% del terreno forestal, añade la oenegé.

La agencia forestal estatal, encargada a la vez de preservar y explotar los bosques, posee la mitad. Sus ingresos aumentaron un 50% interanual en 2022 a 15.200 millones de zlotys (3.800 millones de dólares), un 90% procedente de la venta de madera.

Esta agencia "intenta obtener tanto dinero como puede", critica Marek Jozefiak.

En 2018, Polonia fue condenada por la justicia europea por la tala del bosque primario de Bialowieza (este), el más grande que persiste en Europa, clasificado como Patrimonio Mundial de la Unesco.

Ante las críticas, las autoridades se comprometieron a plantar nuevos árboles. Pero los militantes aseguran que esta solución no compensa el daño causado.

A lo largo de las últimas dos décadas, Polonia no creó un solo parque nacional debido a una ley local que otorga derecho de veto a las autoridades locales. Y en los que existen, la explotación forestal no está prohibida.

"El proceso no tiene un impacto negativo en el ecosistema forestal", asegura la responsable de una explotación, Ewa Tkacz. "Apreciamos mucho la naturaleza", añade.

Defensores del medioambiente organizan regularmente protestas. Los Cárpatos "se convirtieron en una especie de tierra agrícola, subordinada a la explotación forestal", reprocha Andrzej Zbrozek, profesor de biología y que vive en el corazón de estos bosques.

"Me resulta difícil aceptar que los bosques vayan desapareciendo poco a poco", destaca el quincuagenario.

Las talas ocurren también en Eslovaquia.

El geógrafo Mikulas Huba asegura que, aunque la superficie forestal supera oficialmente 40% del territorio del país, "no son verdaderos bosques", sino que a menudo son explotaciones o simples matorrales.

Ante lo que considera inacción de parte de Polonia, Greenpeace pidió a la Unión Europea desarrollar y financiar un plan para "proteger" los Cárpatos "como legado natural clave".

Esto ocurrió en Rumania.

- Aplicaciones y cámaras de vigilancia -

En los Cárpatos rumanos, el ingeniero forestal Gabriel Oltean se adentra a la búsqueda de árboles que marcó con un número hace dos años.

Este método todavía usado para verificar si ocurrieron talas ilegales es poco eficaz, reconoce el experto de 32 años, incapaz de encontrar algunos de los árboles en el pueblo rural de Ghimes Faget (este).

"Imaginen lo que le ocurre a un inspector que llega y no conoce el lugar", asegura.

Falta personal y las marcas se desvanecen con el tiempo o desaparecen bajo la resina.

Relativamente conservados bajo el régimen del dictador comunista Nicolae Ceausescu, que convirtió los Cárpatos en su sitio de caza, los bosques sufrieron después de su muerte en 1989 una tala clandestina que las autoridades tardaron mucho tiempo en controlar.

Desde el cielo, las cicatrices de esta actividad aparecen en forma de enormes huecos en medio del verdor. Los tocones que sobresalen del suelo recuerdan los árboles que antes poblaban zonas convertidas ahora en enormes pastizales.

Unos 80 millones de metros cúbicos de madera fueron talados ilegalmente entre 1990 y 2011, según una estimación del Tribunal de Cuentas rumano de 2013.

Actualmente, los bosques cubren unos 65.000 kilómetros cuadrados --un cuarto de Rumania-- y su explotación representa un total del 4,5% del PIB, casi 11.000 millones de dólares, según el gabinete de auditoría PwC.

Los árboles talados sirven para leña, especialmente en zonas rurales, o se destinan al mercado internacional del mobiliario.

Aunque es difícil obtener cifras exactas, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estima -basándose en actividades de vigilancia puntuales- que un tercio de la producción es ilegal.

La Comisión Europea inició a principios de 2020 un procedimiento de infracción y amenazó a Rumania con sanciones financieras.

Para mejorar el seguimiento de los saqueadores, desde 2014 se modernizó "Sumal", una herramienta digital de rastreo de camiones. Los transportistas deben subir a una aplicación fotos que muestren la cantidad de madera que sale del bosque para compararla con la que entra en los almacenes.

A finales de enero, el entonces ministro de Medio Ambiente, Barna Tanczos, se jactó ante la prensa de disponer del sistema de control "más sofisticado de Europa".

Sin embargo, los grupos delictivos a menudo consiguen eludir los controles organizando varios transportes con una sola autorización. Solo unos 90.000 m3 de madera fueron confiscados en 2022, según las cifras oficiales.

El gobierno decidió ir más lejos y, en junio, el Parlamento aprobó una ley para hacer obligatorias las cámaras en las rutas forestales. Las primeras 350 serán desplegadas en 2024.

- Corrupción -

Gabriel Oltean colocó algunas desde 2021 para supervisar la zona de Ghimes, a las puertas de la legendaria Transilvania.

Al difundir sus imágenes en directo en YouTube -mostrando camiones y presuntos saqueadores que transitan las carreteras en las que se apilan los troncos-, provocó "un choque psicológico" a los habitantes, cuenta.

Al igual que otros denunciantes, pudo detectar varios camiones sospechosos, casos que posteriormente dieron lugar a investigaciones y confiscaciones de madera.

Hasta la fecha no se dictó ninguna condena. Para poder interceptar a los culpables, se necesitaría un programa capaz de alertar en tiempo real, explica Radu Melu, experto de WWF en Rumania.

De lo contrario, a menos que haya una vigilancia constante, "los camiones pasan delante de la cámara, las imágenes se archivan y se borran después de un tiempo sin que ocurra nada", indica.

El gobierno planea implementar un sofisticado sistema de vigilancia con imágenes satelitales, drones y aviones sobrevolando las zonas, una inversión de 50 millones de dólares) financiada por fondos europeos.

Para Gabriel Oltean, solo la tecnología permitirá luchar contra la deforestación "reduciendo la intervención humana". Porque la mafia de la madera a menudo se beneficia de complicidades en el seno de una administración forestal corrupta, como lo demostraron varios escándalos en los últimos años.

"Es como un radar de tráfico. Aunque seas amigo del policía que te detiene, tu exceso de velocidad está registrado y nada puede salvarte", resume el joven que ahora trabaja como consultor en el tema.

En su zona de Ghimes, el guardabosques Petre Oltean (sin relación de parentesco con Gabriel), afirma que el combate contra la deforestación salvaje mejora día a día gracias a la movilización de "personas competentes" y la llegada de colegas "más jóvenes, con una mentalidad diferente".

Pero los que luchan lo hacen a veces arriesgando su vida. Se registraron ataques contra activistas y agentes forestales, dos de los cuales fueron abatidos en 2019.

burs-amj/bo-anb/dp-mab/mb/zm

T.Sasaki--JT