The Japan Times - El Expreso de Oriente, una fiesta sobre raíles entre la Anatolia nevada

EUR -
AED 4.277424
AFN 76.282379
ALL 96.389901
AMD 444.278751
ANG 2.0846
AOA 1067.888653
ARS 1666.882107
AUD 1.752778
AWG 2.096182
AZN 1.984351
BAM 1.954928
BBD 2.344654
BDT 142.403852
BGN 1.956425
BHD 0.438198
BIF 3455.206503
BMD 1.164546
BND 1.508021
BOB 8.044377
BRL 6.334667
BSD 1.164081
BTN 104.66486
BWP 15.466034
BYN 3.346807
BYR 22825.091832
BZD 2.341246
CAD 1.610276
CDF 2599.265981
CHF 0.936525
CLF 0.027366
CLP 1073.571668
CNY 8.233458
CNH 8.232219
COP 4463.819362
CRC 568.64633
CUC 1.164546
CUP 30.860456
CVE 110.752812
CZK 24.203336
DJF 206.963485
DKK 7.470448
DOP 74.822506
DZD 151.068444
EGP 55.295038
ERN 17.468183
ETB 180.679691
FJD 2.632397
FKP 0.872083
GBP 0.872973
GEL 3.138497
GGP 0.872083
GHS 13.3345
GIP 0.872083
GMD 85.012236
GNF 10116.993527
GTQ 8.917022
GYD 243.550308
HKD 9.065929
HNL 30.604708
HRK 7.535429
HTG 152.392019
HUF 381.994667
IDR 19435.740377
ILS 3.768132
IMP 0.872083
INR 104.760771
IQD 1525.554607
IRR 49041.926882
ISK 149.038983
JEP 0.872083
JMD 186.32688
JOD 0.825709
JPY 180.935883
KES 150.58016
KGS 101.839952
KHR 4664.005142
KMF 491.43861
KPW 1048.083022
KRW 1716.311573
KWD 0.357481
KYD 0.970163
KZT 588.714849
LAK 25258.992337
LBP 104285.050079
LKR 359.069821
LRD 206.012492
LSL 19.73949
LTL 3.438601
LVL 0.704422
LYD 6.347216
MAD 10.756329
MDL 19.807079
MGA 5225.31607
MKD 61.612515
MMK 2445.475195
MNT 4130.063083
MOP 9.335036
MRU 46.419225
MUR 53.689904
MVR 17.938355
MWK 2022.815938
MXN 21.164687
MYR 4.787492
MZN 74.426542
NAD 19.739485
NGN 1688.68458
NIO 42.826206
NOK 11.767853
NPR 167.464295
NZD 2.015483
OMR 0.446978
PAB 1.164176
PEN 4.096293
PGK 4.876539
PHP 68.66747
PKR 326.50949
PLN 4.229804
PYG 8006.428369
QAR 4.240169
RON 5.092096
RSD 117.610988
RUB 88.93302
RWF 1689.755523
SAR 4.37074
SBD 9.584899
SCR 15.748939
SDG 700.4784
SEK 10.946786
SGD 1.508557
SHP 0.873711
SLE 27.603998
SLL 24419.93473
SOS 665.542019
SRD 44.985272
STD 24103.740676
STN 24.921274
SVC 10.184839
SYP 12877.828498
SZL 19.739476
THB 37.119932
TJS 10.680789
TMT 4.087555
TND 3.436865
TOP 2.803946
TRY 49.523506
TTD 7.89148
TWD 36.437508
TZS 2835.668687
UAH 48.86364
UGX 4118.162907
USD 1.164546
UYU 45.529689
UZS 13980.369136
VES 296.437311
VND 30697.419423
VUV 142.156196
WST 3.249257
XAF 655.661697
XAG 0.019993
XAU 0.000278
XCD 3.147243
XCG 2.098055
XDR 0.815205
XOF 655.061029
XPF 119.331742
YER 277.802752
ZAR 19.711451
ZMK 10482.311144
ZMW 26.913878
ZWL 374.983176
El Expreso de Oriente, una fiesta sobre raíles entre la Anatolia nevada
El Expreso de Oriente, una fiesta sobre raíles entre la Anatolia nevada

El Expreso de Oriente, una fiesta sobre raíles entre la Anatolia nevada

En el andén de la estación de Ankara llega la hora de los autorretratos ante vagones blancos y rojos. A bordo del Expreso de Oriente, Yoruk ya ha colgado las guirlandas, extendido el mantel rojo y colocado las botellas.

Tamaño del texto:

El Expreso de Oriente, o Turistik Dogu Ekspresi, es el más codiciado y festivo de los trenes en Turquía. Impregnado de un ambiente de campamento de vacaciones, el convoy se abre paso por los altiplanos nevados de Anatolia, bordeando los primeros meandros del Éufrates.

A lo largo de 1.300 kilómetros, con numerosos volteos para esquivar los accidentes geográficos, el tren conecta dos veces por semana la capital Ankara con Kars, una gran ciudad del noreste cerca de Georgia y Armenia, en un trayecto de 32 horas en el mejor de los casos.

Dentro todos se sienten afortunados. Conseguir un billete no es nada fácil: los nueve vagones y 180 literas (dos por compartimiento) no bastan para satisfacer la alta demanda, especialmente con la suspensión del servicio en 2020 por la pandemia apenas un año después de su lanzamiento.

Muy fotogénico, con una presencia orínica entre valles nevados, el Expreso de Oriente debe parte de su éxito a las redes sociales, especialmente Instagram.

"La línea Ankara-Kars figura entre las cuatro líneas ferroviarias más bellas del mundo, según los escritores de viaje", afirma a AFP Hasan Pezük, director de la sociedad de ferrocarriles turca TCDD.

"¡Era yo quién quería este viaje! Pero las plazas desaparecen muy rápido... Para mi familia y para mí es realmente un momento muy especial", asegura Zulan-Nour Komurcu, una morena de 26 años que celebra su cumpleaños con su familia.

"Es mi regalo", sonríe la joven, que colocó una corona de abeto y una guirlanda de lamparillas de color malva en la cabina. Encima la mesa, cubierta con un mantel bordado, están dispuestas las galletas y la tetera de porcelana.

- Tres meses de nieve -

Los billetes son todavía más buscados porque el tren solo circula entre el 30 de diciembre y finales de marzo para aprovechar los paisajes nevados, como una especie de minitransiberiano, en el que es inevitable pensar, explica Fatih Yalcin, ingeniero técnico del convoy.

"Siempre hay algo que arreglar", señala mientras revisa una instalación eléctrica. "La semana pasada estábamos a -24 ºC (...), el agua helada. A veces desciende a -40 ºC".

"Intervengo cuando es necesario y sin molestar a los pasajeros. Verlos subir y bajar contentos, para mí es un verdadero placer", explica.

En el vagón restaurante, con manteles blancos y una bola de luces como sacada de una discoteca, el servicio se efectúa durante todo el trayecto.

Es allí que Ilhemur Irmak y sus amigas jubiladas se encuentran para tomar un té mientras el cielo se ilumina. Las 40 mujeres proceden de Bursa, en el mar de Mármara (oeste).

"Estamos sobre todo en un retiro de nuestros maridos y nuestros padres", exclama Ilhemur, provocando una carcajada general.

Como la mayoría de pasajeros, embarcaron con sus propias provisiones y, en algunos casos, son un verdadero bufet de dulces.

Hay otro tren, más directo y menos festivo, que cubre el mismo recorrido en una veintena de horas sin hacer las paradas turísticas.

Pero el objetivo no es tanto llegar, sino disfrutar del viaje a través de los espectaculares paisajes de las provincias del interior turco como Kayseri, Sivas, Erzincan o Erzurum. Y, durante la noche, hacer fiesta.

- Nostalgia -

Yoruk Giris, abogado de 38 años, se organizó con dos amigas para aguantar hasta altas horas. Una guirlanda luminosa blanca, un hombre de nieve de yeso, velas y un altavoz portátil que emite rock turco. Los whiskys están en la mesa, junto a algunos aperitivos y cervezas al fresco.

"Era un sueño de hace tiempo. Hacía falta hacer algo alegre: nos hemos preparado mucho", afirma el hombre.

A medida que avanza la noche, los grupos se encuentran en el pasillo y comparten bailes y música. Entre ellos, dos parejas en la cincuentena, "amigos desde el instituto", que confían en "pasar buenos momentos juntos".

Uno de ellos, Ahmet Cavus, siente "nostalgia". "Revivimos los viajes que hacíamos, de niños, con los abuelos", revela.

En un retrato en miniatura de la sociedad turca, el tren reúne a todo tipo de gente: mayores y jóvenes, con estilos distintos, algunos más desinhibidos, otros más reservados. Alcohol en un compartimento, rezos dos puertas más allá.

Después de un día y una noche en el tren, el ambiente no afloja. En Erzurum, la última parada a 1.945 metros de altitud, varias decenas de pasajeros empiezan un baile tradicional en el andén helado, animados por la crepitante radio del vendedor de té.

El termómetro de la estación señala -11 ºC, pero eso no los desmotiva. Resignado, el maquinista aplaza sonriente la salida hacia Kars, moviéndose al ritmo de la música.

K.Hashimoto--JT